En un hecho inverosímil, la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) publicó en el Diario Oficial de la Federación (DOF) un proyecto de modificación de la Norma Oficial Mexicana 167, a través del cual pretende reducir el límite máximo permitido de contaminación por óxidos de nitrógeno (NOx) en vehículos automotores que circulan en la Ciudad de México, Hidalgo, Estado de México, Morelos, Puebla y Tlaxcala.
La propuesta de esa dependencia federal busca elevar el límite de 250 partes por millón a 700 partes para los automóviles modelo 2006 en adelante, en los estados que conforman la llamada Comisión Ambiental de la Megalópolis (CAMe).
“Debido a que algunos de los vehículos no logran una medición menor a 250 partes por millón, por lo que, derivado de un análisis realizado a los datos arrojados en la evaluación de las emisiones, se estableció que el valor apropiado para los límites máximos permisibles de óxidos de nitrógeno fuera de 700 partes por millón”, según la Semarnat.
Abundó que, a fin de proteger los derechos de los propietarios o poseedores de los vehículos, se evitará exigirles el cumplimiento de límites de óxidos de nitrógeno que aún con buen mantenimiento adecuado de los automóviles, no son alcanzables”, indica el proyecto de la NOM-167-SEMARNAT-2017.
Según la Agencia para Sustancias Tóxicas y el Registro de Enfermedades de Estados Unidos (ATSDR, por sus siglas en inglés), los óxidos de nitrógeno (NOx) son liberados al aire desde el escape de vehículos motorizados, de la combustión del carbón, petróleo o gas natural.
El dióxido de nitrógeno reacciona con la luz solar para formar ozono, compuesto que tan sólo este año ha provocado tres contingencias ambientales en el Valle de México.
De acuerdo con la ATSDR, los niveles bajos de NOx en el aire pueden irritar ojos, nariz, garganta, pulmones, y posiblemente causar tos y una sensación de falta de aliento, cansancio y náusea.
Mientras que respirar altos niveles de óxidos de nitrógeno “puede rápidamente producir quemaduras, espasmos y dilatación de los tejidos en la garganta y las vías respiratorias superiores,
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reduciendo la oxigenación de los tejidos del cuerpo, produciendo acumulación de líquido en los pulmones y la muerte”.
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