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Por separado y a su modo, las dirigentes estatales del PRI, PAN y PRD, Anabell Ávalos Zempoalteca, Miriam Martínez Sánchez y Patricia Zenteno Hernández, respectivamente, criticaron la imposición del morelense Luis Antonio Ramírez Hernández como nuevo titular de la Secretaría de Gobierno (Segob), en sustitución de Sergio González Hernández.
Tanto la lideresa del tricolor, como la del blanquiazul, coincidieron en cuestionar que un foráneo llegara al segundo cargo de importancia en la administración pública estatal y que para cumplir ese capricho de la gobernadora Lorena Cuéllar Cisneros no importaran sus antecedentes de deudor alimentario, padre abandónico ni generador de violencia.
También coincidieron en criticar la reforma fast track aprobada por el Congreso local y avalada por la mayoría de los cabildos para cambiar la Constitución Política local y permitir que una persona no nacida en Tlaxcala pueda estar al frente de la Segob.
“Ya consumado el hecho, espero que tantas molestias y complacencias en favor de un solo individuo beneficien en su totalidad a los tlaxcaltecas”, consideró por su parte la dirigente perredista.
Además, emitió “una enérgica exigencia (sic)” a Luis Antonio Ramírez para que garantice la total independencia del gobierno en el proceso electoral, y demandó que haya canales de comunicación con el sol azteca para garantizar que éste sea apegado a la ley.
Incluso, Patricia Zenteno se tomó la libertad de darle al titular de la Segob “unos lineamientos que favorezcan la relación respetuosa entre las instancias electorales y los partidos políticos en disputa.
Las sugerencias del sol azteca son: garantizar que el gobierno no intervendrá ni influirá en el proceso electoral de ninguna manera que pueda comprometer su imparcialidad; y asegurar que las instituciones encargadas de organizar y supervisar los comicios gocen de plena autonomía y que cualquier intento de interferencia sea firmemente castigado ante las instancias correspondientes.
También pidió garantizar la transparencia y vigilancia para que los recursos públicos no sean utilizados con fines partidistas, especialmente del instituto político actualmente en el poder.
Entrevistada por reporteros de la fuente sobre los cuestionamientos de las lideresas de esos tres partidos por la imposición de su ahijado, la gobernadora Lorena Cuéllar se limitó a pedir “que lo dejen trabajar” y no lo juzguen antes de dar resultados.
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