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Foto del escritorChristopher Méndez

Celia se fue hace 20 años, pero su voz y su música se quedaron para siempre.

El mundo de la música latina se paralizó en varios países por la partida de esta estrella de la salsa, víctima de una enfermedad que no la detuvo de seguir cantando y sonriendo hasta el final. Texto: Martha M. Callejas.


Pocos artistas logran transmitir y contagiar de forma tan natural su alegría por la vida y por la música, como fue el caso de Celia Cruz también conocida como “La Reina de la Salsa”; esta cantante cubana fue multifacética al interpretar con su fuerte y característica voz ritmos tropicales como el son cubano, son montuno, guaguancó, rumba, guaracha, chachachá y boleros.

Pese a la extensa variedad de ritmos que exploró con su música, la salsa fue el género musical que la llevó a la cima de la fama. Esta combinación de sonidos rítmicos de origen caribeño y africano fue producto de la mezcla cultural que causó la época colonial. Existe la teoría de que la salsa es de origen cubano y puertorriqueño. Sin embargo, el género como se conoce popularmente surgió en Nueva York.


La salsa empezó con un grupo de músicos jóvenes, muchos de ellos migrantes cubanos y de otros países caribeños residentes de Nueva York. Se mezclaron muchos sonidos y ritmos para hacer un nuevo tipo de música que plasmara la música afrocaribeña y al mismo tiempo fuera totalmente nueva.

Antes de que la salsa fuese un género musical consolidado, la voz de Celia Cruz puso a bailar a toda Latinoamérica; después, cuando cambió su residencia a Estados Unidos, su fama se extendió por casi todo el mundo.


Úrsula Hilaria Celia de la Caridad Cruz nació el 21 de octubre de 1925 en el barrio de Santos Suárez de La Habana, Cuba. Estudió canto, piano y teoría musical en el Conservatorio Nacional de Música de la Habana y para finales de los 40, su voz ya era conocida entre los productores y músicos de todo el país.


Su carrera musical que iba en ascenso obtuvo un impulso contundente cuando se convirtió en la cantante principal de una de las orquestas más famosas de Cuba: La Sonora Matancera. La participación que tuvo con la Sonora fue una pieza clave para la historia de los boleros, los sones y el chachachá.

Aunque las canciones que interpretaba estaban llenas de ritmos alegres y sus presentaciones en vivo eran eventos muy populares, la visión crítica que expresaba respecto a la forma de gobierno autoritario de los países del Caribe le hizo enfrentar problemas entre las naciones que la vieron nacer musicalmente.

Durante una gira por varios países de Latinoamérica, Celia vivió en México un tiempo para dar conciertos junto con La Sonora Matancera, los cuales eran un éxito de ventas. Para ese entonces, a fines de los años 50, la Revolución Cubana estaba en apogeo; ella, con una postura abiertamente contraria al régimen castrista, decidió quedarse en México, lo cual causaría serias repercusiones.


Celia Cruz era una figura artística tan querida y admirada en Cuba que, cuando Fidel Castro supo de su decisión, le prohibió regresar a Cuba. Asimismo, se prohibió la distribución y reproducción de su música en el país caribeño.

La decisión fue considerada por el régimen como una traición por abandonar el país que impulsó su carrera y su nombre quedó vetado en todas las productoras cubanas, así como su música.

A pesar de que hizo de una brillante carrera musical y televisiva en México, decidió migrar a Estados Unidos junto con Pedro Knight, trompetista de La Sonora Matancera.


Antes de vivir de manera permanente en los Estados Unidos, tuvo problemas para ingresar al país por su origen cubano y la fama que obtuvo gracias a la transmisión de sus canciones en estaciones de radio que, a su vez, tenían en su programación propaganda comunista, se le había considerado simpatizante de dicha ideología e incluso se le vio como una posible amenaza si se le permitía vivir en Estados Unidos.


Con el paso de los años los rumores respecto a la supuesta militancia comunista de Celia no se confirmaron y en 1960 le fue cedida la solicitud de visa para vivir en Estados Unidos. El gobierno estadounidense consideró que acoger a Celia Cruz en su exilio sería una buena estrategia para unificar a la comunidad latina que ya vivía en sus ciudades.

Fue así como ella se estableció en la ciudad de Nueva York, se casó con uno de los trompetistas del grupo de la Sonora Matancera, Pedro Knight, y cambio su nombre artístico de “La Guarachera” a “La Reina de la Salsa”.

Este nuevo nombre también traducido al inglés como “The Queen of Salsa” lo ganó gracias a la presencia que imponía en el escenario con sus canciones y por ser la única mujer entre los músicos latinos del género con el mismo nivel y popularidad.




Los últimos días de la Reina de la Salsa

Durante sus últimos años de carrera musical, Celia Cruz era considerada una de las figuras más importantes de la música latina. Su constante evolución en el mundo de la música le ayudó a permanecer vigente y conquistó nuevas generaciones de seguidores.


Uno de sus discos más recientes lanzado en 1998 titulado “Mi vida es Cantar”, desprendió uno de los éxitos más famosos de la cantante: “La vida es un Carnaval”.

Pero la carrera brillante de Celia se vio afectada por su estado de salud. En 2002, la leyenda de la música enfrentaba una batalla contra el cáncer y tuvo que ser operada de un quiste canceroso en el seno.

La recuperación fue difícil y cuando parecía haber pasado la prueba, meses después recibió el diagnóstico de un tumor cerebral que le costó varias cirugías que fueron debilitando su fuerza. Pese a este trago amargo, Celia mantenía su característico alegre buen humor.

El mundo del espectáculo, conmocionado por el estado de salud de la artista, decidió rendirle un homenaje el 13 de marzo de 2003 en el teatro "Jackie Gleason" de Miami, Florida, Estados Unidos.

Esa fue su última aparición interpretando su música y disfrutando lo que más le gustaba hacer acompañada de grandes celebridades como Gloria Estefan, Marc Anthony, Olga Tañón, Gloria Gaynor y Patti LaBelle, entre otros.

Cuatro meses después de este homenaje en vida, “La Reina de la Salsa” falleció en su casa en Fort Lee, Nueva Jersey, el 16 de julio de 2003.

A veinte años de su partida, Celia Cruz aún mantiene su legado musical y sigue en el recuerdo de la comunidad latina como una gran artista.

Para este año se planeó una serie de eventos en Estados Unidos, uno de los más llamativos fue el comunicado emitido por la Casa de la Moneda de los Estados Unidos el 1 de febrero, donde se dio a conocer la circulación de una moneda de 25 centavos de dólar con el rostro de la cantante para 2024, a través de un programa llamado “American Women Quarters”, en tanto que la ciudad de Miami Beach nombrará una de sus calles en su honor.



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